“Hemos alcanzado el primer objetivo de llegar al pico de la curva y ya estamos en la fase de ralentización”, afirmó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su comparecencia semanal ante el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la evolución de la enfermedad.
España registró 757 muertes por el nuevo coronavirus en las últimas 24 horas, lo que representa el segundo incremento diario consecutivo del número de decesos en esta nación ibérica, que ya se sitúa en 14 mil 555 desde el inicio de la letal epidemia, a finales de enero.
Por su parte, los casos diagnosticados con el SARS-Cov-2, causante de la pandemia de Covid-19, arrojaron también un incremento, al subir un 4,4 por ciento, hasta los 146 mil 690, seis mil 180 más que la víspera, cuando ese porcentaje se ubicó en el 4,06.
Los fallecidos suponen un incremento del 5,0 por ciento, según comentó el ministro, quien no obstante incidió en que el ascenso diario medio la semana pasada era del 9,0 por ciento y en la presente se sitúa en torno al 6,0.
“Cuando hablamos de personas fallecidas no hay datos buenos”, advirtió Illa, aunque subrayó que las informaciones globales “nos confirman la estabilización de la curva, su aplanamiento”.
A su juicio, esa tendencia corrobora que “estamos en fase de ralentización”, gracias a que las drásticas medidas de confinamiento de la población están teniendo un efecto directo en la movilidad y en la transmisión de la Covid-19, remarcó.
Durante su exposición en la Cámara Baja, el titular de la cartera sanitaria alertó, sin embargo, que todavía quedan semanas difíciles para el sistema público de salud.
Para el funcionario, el siguiente objetivo, una vez consolidada la ralentización del virus, es reducir aún más la propagación y hacer descender los infectados todavía más.
“Necesitamos lograr que el número de altas supere al de los nuevos enfermos, porque con ello conseguiremos que los hospitales vayan recuperando paulatinamente su capacidad”, enfatizó Illa.
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