La movilización reivindicada por bandas armadas, a las que se sumaron simpatizantes, cuestionó los recientes decretos gubernamentales, entre ellos el nuevo código penal, además de reclamar beneficios por la reciente pacificación de la ciudad, luego de largos meses de enfrenamientos entre las pandillas.
El código penal, divulgado la semana pasada y que debe entrar en vigor en 2022, despenaliza el aborto y la homosexualidad, además de dictar penas contra la homofobia, y es objeto de fuertes críticas, encabezadas por las autoridades eclesiásticas.
Los manifestantes bloquearon la ruta del aeropuerto, además de comunas vulnerables como Cité Soleil, Delmas, Bicentanario y Martissant, que obligó el cierre de instituciones estatales y privadas.
La protesta de este martes tiene lugar un día después que la policía reprimiera con gases lacrimógenos a unos 200 activistas por los derechos a la vida y contra la inseguridad, reunidos por la plataforma Nou pap Domi.
La estructura organizó la víspera una sentada frente al ministerio de Justicia, que fue dispersada por las fuerzas del orden.
La Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos criticó la «brutalidad policial» para detener las protestas, que abogan contra la inseguridad, responsable de unas 54 muertes entre mayo y junio, solo en esta capital.
“Todos los días, las personas son asesinadas por balas o por apuñalamientos en barrios desfavorecidos, en la calle, en su residencia”, denunció Marie-Rosy Auguste Ducena, integrante de la plataforma.
También la semana pasada, la policía frustró una iniciativa similar, lo que pone en alerta a los organismos de derechos humanos que claman porque se respete la Constitución.
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