Según un informe divulgado este martes por esa entidad de la Cámara de los Comunes, el impacto de los supuestos intentos de interferir en la consulta popular, en la cual se aprobó la retirada de Reino Unido de la Unión Europea, “sería difícil, sino imposible de demostrar”.
El documento de 55 páginas elaborado por los miembros del comité parlamentario multipartidista afirma, sin embargo, que Rusia ve al Reino Unido como uno de sus objetivos prioritarios, y acusa al Gobierno conservador y a los servicios de Inteligencia británicos de negarse a investigar tales alegatos.
Tras asegurar que oligarcas rusos blanquean su dinero en Londres, y promueven aquí los intereses del país centroasiático, el texto señala que la influencia rusa es la “nueva normalidad” en el Reino Unido.
El Gobierno del primer ministro Boris Johnson, quien retrasó la publicación del informe el año pasado, rechazó el llamado del Comité a realizar una investigación retrospectiva sobre el supuesto intento de Moscú de influir en el referendo del Brexit, y reiteró que no existen pruebas de que hubo una injerencia exitosa.
El reporte parlamentario salió a la luz pocos días después de que Reino Unido, Canadá y Estados Unidos acusaron a los servicios de Inteligencia rusos de tratar de robar información sobre las potenciales vacunas contra la Covid-19, y de que el canciller británico, Dominic Raab, dijo estar “casi seguro” de que actores rusos intentaron interferir en las elecciones generales de 2019.
Al igual que negó entonces esas acusaciones, Moscú calificó este martes el informe del comité parlamentario británico de rusofobia, según reportes de prensa divulgados en esta capital.
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