Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo en rueda de prensa que Beijing aboga por que todos los actores del país surasiático manejen sus diferencias dentro del marco constitucional y mantengan la estabilidad social, en tanto llamó a preservar la calma y dar paso a una salida política al conflicto.
Sus declaraciones ilustran la postura de China luego que el Ejército myanmeno este lunes detuvo a Aung San Suu Kyi, líder del partido gobernante Liga Nacional para la Democracia (LND), tomó el control del gobierno e instauró el estado de emergencia por un año.
Según reportes de prensa, cortó las líneas telefónicas, interrumpió el servicio de internet y desplegó soldados en la capital, Naipyidó, y en la ciudad más grande del país, Rangún.
Aparte de Suu Kyi, capturó también al presidente U Win Myint y a otros dirigentes de esa nación.
Los militares procedieron con esas acciones en respuesta al supuesto fraude en las elecciones de noviembre de 2020, en las cuales el LNP ganó el 83 por ciento de los escaños legislativos.
El sábado prometieron acatar la Constitución y pidieron posponer la convocatoria para iniciar la sesión del Parlamento, en medio de temores por un posible golpe de Estado.
Las fuerzas armadas de Myanmar rechazaron el resultado de los comicios y presentaron denuncias ante la Corte Suprema contra el presidente y el jefe de la comisión electoral.
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