De acuerdo con la compañía, un comité independiente revisó los datos preliminares de esa fase de las pruebas clínicas y determinó que la sustancia no provocó efectos adversos de importancia entre los 40 mil voluntarios inoculados en cinco países.
CanSino Biologics desarrolló el producto –denominado Ad5-nCoV- junto a un equipo del Ejército Popular de Liberación y con la misma tecnología usada en los candidatos de AstraZeneca y Johnson & Johnson.
Se trata de la primera de las 16 vacunas obtenidas en China para combatir la Covid-19, es la única con patente, fue reservada al uso militar durante un año y es una de las siete en la tercera fase de investigaciones.
Según los planes originales, la Ad5-nCoV está diseñada para administrarse solo una vez y brindar protección durante dos años. Pero los resultados de la primera y segunda etapa de estudios clínicos arrojaron un bajo nivel de anticuerpos neutralizadores.
En septiembre pasado la farmacéutica comenzó a aplicar otra dosis a los voluntarios y argumentó que así busca observar por cuánto tiempo garantiza la seguridad e inmunogenicidad en el cuerpo humano.
China inoculó desde julio pasado más de 24 millones de personas contra la Covid-19 como parte del programa de uso emergente, y la tasa de efectos adversos serios es de uno por cada millón de vacunados, indicó ayer el Centro nacional de Control y Prevención de Enfermedades.
La nación asiática aceleró la campaña en medio del peor rebrote de la patología, que solo en enero le dejó dos mil 16 casos autóctonos y dos muertes.
Su plan es proteger a 50 millones de ciudadanos antes del Año Nuevo Lunar, el próximo 12 de febrero, para después seguir de manera gratuita y escalonada con los ancianos, quienes padecen enfermedades crónicas y el resto de la población.
De manera general, China acumula al menos cuatro mil 825 muertos y 100 mil 974 casos confirmados de la enfermedad en su parte continental, Hong Kong, Macao y Taiwán.
Aparte, contabilizó a 891 pacientes asintomáticos bajo observación médica.
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