El presidente de la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta), Jorge Valenzuela, declaró a la prensa que ‘estamos parados arriba de un desastre’ y en un primer balance de los daños señaló que la cosecha de uva blanca de mesa es la más afectada, con pérdidas entre el 50 y ciento por ciento en las regiones de Valparaíso y O´Higgins.
Economistas recuerdan que este es uno de los principales renglones de exportación de los fruticultores chilenos, lo que pudiera acarrear problemas en las ventas al exterior, pero también se reportan daños en los cultivos de ciruelas, duraznos, manzanas y peras, que en mayor o menor grado se encuentran en plena cosecha.
Aunque advirtió que es pronto para hablar de pérdidas monetarias, Valenzuela señaló que ese gremio empresarial cuenta con unos siete mil 500 cultivadores entre las regiones de Valparaíso y Ñuble, en el centro y sur del país, y de ellos no menos de seis mil reportan daños en sus sembrados.
Consideró que ‘nunca habíamos tenido un evento de esta envergadura climática, en tan breve tiempo y con humedades altísimas’, y llamó al Ministerio de Agricultura y a la Corporación de Fomento a brindar ayuda con celeridad.
Por su parte, la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, señaló a emol.cl que ‘lo principal hoy día es contar con información clara sobre la magnitud del daño y de esa forma vamos a poder llegar con ayuda a esos agricultores de la forma más eficiente posible’.
Agregó que el organismo está poniendo a disposición de los agricultores programas que permitan acceder a recursos e insumos para paliar las consecuencias del sistema frontal.
Asimismo dijo que van a ‘monitorear’ los mercados para comprobar cómo las afectaciones en los cultivos ‘impactan en el precio final de los alimentos para todos los chilenos’.
El temporal, inédito en esta época del año, causó además incontables aluviones y deslizamientos de tierra y rocas que obstruyeron carreteras, destruyeron o dañaron más de un centenar de viviendas y dejaron sin electricidad a miles de clientes, mientras que más de 800 personas perdieron todos sus bienes, aunque no se reportaron víctimas fatales.
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