Según estimaciones del Centro para la Supervisión de la Economía India, la población activa del país es de unos 500 millones de personas. Se trata de gente que trabaja o buscan ocupación laboral.
La cifra no incluye a niños, ancianos ni a quienes estudian o son mujeres que prefieren quedarse en casa, acotó el portal News Click.
Cada año, aproximadamente 120 millones de personas alcanzan la mayoría de edad y empiezan a buscar trabajo en esta nación surasiática. Por tanto, el número de desempleados aumenta constantemente, agregó la fuente.
La crisis de empleo destruye el nivel de vida -acotó el portal- empuja a las familias a la pobreza e incluso la inanición, provocando malestar social y haciendo añicos el dividendo demográfico que la población joven debería otorgar al país.
En enero de este año, la tasa de desempleo era del 6,5 por ciento, según los datos del Centro para la Supervisión de la Economía India. En zonas urbanas superó el 8,0 por ciento, mientras en las áreas rurales, con la cosecha de rabi necesitada de atención, rondó el 6,0 por ciento.
La tasa de paro se mantuvo alta durante los dos últimos años, cayendo hasta casi el 24 por ciento al cierre de abril de 2020, pero recuperándose algo desde entonces. Sin embargo, el rango sigue alto.
Otra característica de la economía india es el empleo poco remunerado e inseguro. Se trata de una especie de desempleo encubierto. Personas que podrían hacer mejores trabajos languidecen en empleos mal pagados por falta de oportunidades, señaló News Click.
El año pasado, durante el cierre por la pandemia, la agricultura absorbió una parte de los trabajadores que quedaron sin empleo en las ciudades.
Del mismo modo, gran número de jóvenes con formación trabajan por una miseria. Así, la crisis del empleo también merma los salarios, concluyó.
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