Este sábado, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reiteró las preocupaciones del mandatario, Joe Biden, por el hecho de que el expresidente reciba acceso a inteligencia sensible.
Pero Biden también tiene una profunda confianza en su propio equipo de inteligencia para tomar una determinación sobre cómo proporcionar datos si en cualquier momento Trump solicita una sesión informativa, puntualizó.
Según dijo Psaki a CNN, la comunidad de inteligencia apoya las solicitudes de informes de los expresidentes y revisará cualquier solicitud entrante, como siempre lo ha hecho.
Esto manifestó la portavoz en referencia a recientes declaraciones de Biden difundidas por esa televisora, en las cuales el actual jefe de la Casa Blanca afirmó que Trump no debería tener información de inteligencia debido a su ‘comportamiento errático’.
Prefiero no especular sobre lo que sucedería, pero creo que es mejor que él no tenga acceso, subrayó.
Tradicionalmente, a los exmandatarios estadounidenses se les permite solicitar y recibir informes de inteligencia clasificados.
De acuerdo con CNN, un alto funcionario de la administración de Biden confirmó que el magnate republicano no ha presentado ninguna solicitud hasta el momento.
En tanto, la exsubdirectora principal de Inteligencia Nacional de Trump, Sue Gordon, escribió en un artículo de opinión en el Washington Post, tras los sucesos violentos en el Capitolio, que el expresidente ‘podría ser inusualmente vulnerable’ a los actores con malas intenciones, una vez fuera del poder.
Asimismo, reveló que mientras estuvo al mando, una de las respuestas más comunes del republicano a los informes de inteligencia fue dudar de su contenido.
La próxima semana, Trump deberá enfrentar por segunda ocasión un juicio político en el Senado, aunque hasta el momento se niega a comparecer bajo juramento ante esa instancia del Congreso.
El juicio político responde a las acusaciones hechas al magnate por su responsabilidad de incitar la invasión al Capitolio e ‘incitar deliberadamente a la violencia contra el Gobierno’.
Trump es el primer presidente de Estados Unidos en ser acusado ante el Senado en más de una oportunidad y ahora resulta también el primero en ser juzgado después de dejar el cargo.
Para condenar al expresidente republicano se necesitarán dos tercios de los votos en el Senado.
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