Luego de los cuatro años de la administración de Donald Trump, marcados por fuertes tensiones con Naciones Unidas y el abandono de Washington de tratados y organismos internacionales, el gobierno de Joe Biden pretende acercarse de nuevo a esos mecanismos diplomáticos.
Según un comunicado de la oficina del portavoz del titular de ONU, Guterres abogó en el diálogo con Blinken por una asociación sólida con el país sede y también en la construcción de respuestas multilaterales a desafíos mundiales apremiantes, como la pandemia de Covid-19, la emergencia climática, y las múltiples crisis de paz y seguridad, entre otros temas.
Asimismo, acogió con especial satisfacción la reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París, su compromiso renovado con la Organización Mundial de la Salud y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Durante la conversación telefónica de la víspera también se discutieron una serie de situaciones internacionales, como la de Siria y Yemen, señala el comunicado.
Trump lanzó fuertes ataques contra la ONU y sus agencias desde su llegada al poder, en enero de 2017, y a varias de ellas recortó abruptamente el financiamiento.
En medio de la pandemia de Covid-19, en julio de 2020, abandonó la OMS; luego de que a inicios de 2019, junto a Israel, se retiró de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y en 2018, salió del Consejo de Derechos Humanos.
Además, decidió la retirada de la nación norteña del Acuerdo de París sobre cambio climático, del Pacto mundial sobre migración, y del acuerdo nuclear con Irán, firmado junto con Francia, Alemania, el Reino Unido, Rusia y China y apoyado por Naciones Unidas.
Mientras tanto, el Gobierno de Estados Unidos incumplía con sus obligaciones como país sede de la organización multilateral, al negar visas a dignatarios y diplomáticos, y restringir el movimiento a los representantes de países acreditados ante Naciones Unidas.
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