Según reportes de la prensa nacional, varias personas resultaron heridas en los ataques de este jueves en Yangon, la ciudad más grande de Myanmar.
Los manifestantes antigolpistas llevaron a cabo nuevas manifestaciones en todo el país contra el régimen militar, a las que se unieron abogados y más estudiantes, repelidos esta vez por simpatizantes del golpe.
El caos domina el panorama en la nación asiática desde hace varias jornadas, luego que el ejército tomó el poder a principios de este mes tras denunciar un presunto fraude en las elecciones del pasado 8 de noviembre, ganadas por la gobernante Liga Nacional para la Democracia.
La líder de ese partido, la ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1991 Aung San Suu Kyi, fue detenida junto con gran parte de sus colaboradores y otros legisladores.
Tres semanas de protestas diarias se han vivido, y el jueves se instó a los manifestantes a traer libros de texto que promuevan la educación militar para destruirlos en la protesta.
Muchos profesionales y trabajadores del gobierno también se han unido a las campañas de desobediencia civil, entre ellos médicos, en una llamada ‘revolución de la bata blanca’.
Cifras extraoficiales indican que hasta ayer miércoles 728 personas habían sido arrestadas, acusadas o sentenciadas en relación con las protestas, mientras que tres manifestantes y un policía han muerto en actos violentos.
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