Cuando todas las condiciones para la seguridad en la zona mejoraron, el gobierno comenzó a otorgar permisos sin restricciones y solo exige el cumplimiento de las normas establecidas, acotó el funcionario durante una comparecencia en la que trató asuntos nacionales.
Asimismo, dijo que las autoridades etíopes ‘siguen cubriendo hasta el 70 por ciento de las demandas de ayuda, a pesar de las críticas infundadas’ a su gestión de la crisis causada por el Frente de Liberación Popular de Tigray.
Mufti, por otra parte, instó a la comunidad internacional a responder al llamado de David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, quien solicitó apoyo por valor de 107 millones de dólares para contribuir a la estabilización de la región.
Respecto a la negociación trilateral para establecer cómo explotar la Gran Presa del Renacimiento, comentó que ‘Addis Abeba confía en la suficiencia del proceso liderado por la Unión Africana (UA) para llegar a una solución beneficiosa para Etiopía, Egipto y Sudán’.
No obstante, señaló, ‘la tendencia a requerir la participación de otros mediadores, mientras continúa la gestión de la UA como parte del espíritu de resolver los problemas africanos con instrumentos y actores del continente, está degradando los esfuerzos de la organización’.
Nuestro país se opone a esa actitud, pero es infundado acusarlo de realizar maniobras para dificultar las conversaciones o de decidir de manera unilateral la dilación de los intercambios en curso, subrayó.
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