Según expuso el representante permanente de la isla ante Naciones Unidas, Pedro Luis Pedroso, en un discurso escrito presentado a ese organismo, su país enfrenta ahora enormes desafíos impuestos por ese cerco, recrudecido como nunca antes en los últimos cuatro años.
Esto en medio de la pandemia y junto a una política de hostilidad sin precedentes, que afecta esferas como la seguridad alimentaria, recalca el texto.
Como ejemplo de ello, la declaración hace referencia a como tan solo de abril de 2019 a marzo de 2020 se contabilizaron daños por un valor aproximado de 428 millones 894 mil 637 dólares en el área de la alimentación.
Estos perjuicios se habrían evitado si las empresas cubanas hubieran podido acceder al mercado estadounidense sin restricciones injustas e ilegítimas, resalta.
Asimismo, destaca la falta de acceso a financiamiento de la banca norteamericana y al sistema crediticio internacional, debido al llamado riesgo país.
Cuba no puede realizar pagos en dólares estadounidenses a terceros, todo lo cual encarece y dificulta su acceso normal a los mercados internacionales para adquirir alimentos y productos de primera necesidad, detalla el texto.
También ilustra la desgarradora situación en el mundo, donde casi 690 millones de personas padecen hambre.
Según subraya el documento leído por el embajador cubano, la persistencia de un injusto e insostenible orden internacional, lastrado por décadas de aplicación de un neoliberalismo salvaje, son los cimientos del crecimiento exponencial de la pobreza, la exclusión, el hambre y la inseguridad alimentaria.
Mientras tanto, lamenta, se dilapidan billones de dólares en gastos militares en lugar de dedicarlos a proteger la vida.
La declaración por escrito de la misión de Cuba ante la ONU se envío al Consejo para el debate abierto sobre mantenimiento de la paz y la estabilidad internacionales dedicado a la seguridad alimentaria.
El país caribeño, según la declaración, ofrece gran importancia a este tema y así está refrendado en la Constitución de la República y se materializa a través del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, aprobado en julio del 2020.
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