La nación asiática comenzó a entregar a sus ciudadanos un certificado internacional de salud, como parte de la estrategia para reanudar los viajes al exterior en medio de la pandemia de Covid-19.
El pasaporte inmunitario contiene un código encriptado para proteger la privacidad, incluye información sobre las vacunas y exámenes, y solo permitirá a las autoridades competentes comprobar si el portador está sano.
Según trascendió, quienes lo posean quedarán exentos de la cuarentena obligada de 14 días al llegar a China y además podrán desplazarse libremente por el territorio sin realizarse nuevas pruebas de ácido nucleido (hisopado) y anticuerpos.
Pero la Organización Mundial de la Salud llamó la atención al respecto, porque el tema requiere adaptar las regulaciones internacionales de salud, todavía hay muchos problemas con la inmunización y además está por determinar la eficacia de algunas sustancias ante las diferentes mutaciones del coronavirus SARS-CoV2.
Varias voces en China coinciden en que, de momento, lo más conveniente y práctico es comenzar a implementar la iniciativa en los traslados entre la parte continental, Hong Kong y Macao, pues se trata de un asunto complejo.
Por otro lado, la Asamblea Popular Nacional (Parlamento) y el Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino –máximo órgano asesor- concluyeron sus encuentros anuales con la aprobación de los planes socioeconómicos que seguirá el país hasta 2035.
La esencia de esos documentos es un nuevo patrón denominado ‘doble circulación’, que concede mayor relevancia al mercado interno para transformar a China en un estado moderno de altos ingresos y con crecimiento sostenible.
Para ello se buscará el liderazgo en la innovación de productos y servicios de punta, formar talentos y cimentar el dinamismo de las empresas en la disponibilidad de la fuerza laboral y capacidad de consumo nacional.
Según los entendidos, esa táctica al mismo tiempo le valdría al país para ser centro de referencia mundial en lo económico y tecnológico, con ventajas sobre competidores internacionales.
Pero no significaría abandonar los negocios con foráneos y el mismo presidente Xi Jinping desestimó en reiteradas ocasiones una vuelta al enclaustramiento.
En el trayecto al desarrollo de alto estándar, China protegerá la estabilidad en Hong Kong mediante iniciativas como una reforma al sistema electoral para garantizar la implementación del principio ‘Un país, dos sistemas’, neutralizar la injerencia extranjera y que la administración quede en manos de patriotas.
Asimismo, neutralizará cualquier actividad relacionada con la búsqueda de la independencia en Taiwán y promoverá la reunificación nacional.
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