La sesión anual del Legislativo aprobó los planes que implementará el país para a mitad de la próxima década convertirse en un Estado socialista moderno, con garantía de los servicios esenciales a su población, un ejército fuerte y liderazgo en la innovación científico-tecnológica.
Esos documentos plantean una nueva industrialización, el desarrollo de la agricultura, sistemas de avanzada en la informática y el mundo digital, más un alza del ingreso nacional bruto per cápita que actualmente supera los 10 000 dólares.
La esencia de los programas es un patrón de crecimiento denominado ‘doble circulación’, que concede mayor relevancia al mercado interno, aunque también dejará espacio para los intercambios y las inversiones del exterior, especialmente de naciones y regiones amigas.
La idea es colocar a China en el próximo quinquenio a la cabeza en la innovación de productos y servicios de punta, formar talentos y cimentar el dinamismo de las empresas en la disponibilidad de la fuerza laboral y capacidad de consumo nacional.
Según los entendidos, esa táctica al mismo tiempo le valdría al gigante asiático para ser centro de referencia mundial en lo económico y tecnológico, con ventajas sobre competidores internacionales, sin que esto signifique abandonar los negocios con foráneos.
Al respecto, el presidente Xi Jinping desestimó en reiteradas ocasiones una vuelta al enclaustramiento. Por el contrario, aseguró que la fórmula ayudará al fomento recíproco del comercio nacional e internacional.
En el trayecto al desarrollo de alto estándar, China protegerá la estabilidad económica, política y social en Hong Kong mediante iniciativas como la recién aprobada reforma al sistema electoral para garantizar que el Ejecutivo quede en manos de patriotas, la implementación del principio ‘Un país, dos sistemas’ y neutralizar la injerencia extranjera.
Asimismo, Beijing frenará cualquier actividad relacionada con la integridad territorial china vinculada con Taiwán, promoverá la reunificación nacional, las relaciones pacíficas y mejores mecanismos para conceder el mismo trato a los compatriotas de la isla y de la parte continental.
(Tomado de Orbe)