Cifras oficiales publicadas por el Gobierno muestran que para mediados de marzo el país había acumulado 31 mil 719 casos confirmados de Covid-19, así como lamentado la muerte de 424 de sus ciudadanos, todo en una población que en poco supera los dos millones de habitantes.
Y es en ese escenario particular en el cual los miembros de la Brigada Médica cubana luchan por marcar la diferencia, según comunican a Prensa Latina miembros de ese contingente.
Así, tres pediatras cubanas atienden a infantes que en su gran mayoría adquirieron la infección por sus padres, y desde el punto de vista clínico presenta un reto adicional, pues se comportan asintomáticos o con muy poca sintomatología, en ese caso comunes a otras afecciones ‘normales’.
Ellas son Lina Jaqueline Castillo Plasencia, quien labora en el Hospital Athlone, del Distrito de Lobatse, al sudeste del país; y Evis Johnson Montero y Reyna Norka Borrero, que prestan sus servicios en el Hospital Letsholathebe Memorial, de Ngamilandia, distrito ubicado en el Norte.
Al llegar a Botswana (dos de ellas desde 2016 y la otra desde 2018), narran, no podían imaginar que vivirían experiencias como inaugurar los servicios de Pediatría y Neonatología en un hospital; o la apertura de Salas de Cuidados Especiales Neonatales y de Reanimación pediátrica.
Asimismo, enfrentaron desde su arribo a tierras africanas en virtud del Memorando de Entendimiento suscrito entre ambos gobiernos, afecciones que no forman parte frecuente del cuadro epidemiológico en Cuba como Malaria, Tuberculosis, y Malnutrición Severa, entre otras.
Sin embargo, en tiempos de pandemia, aseguran, su labor primordial ha pasado a ser la necesaria prevención de la propagación del coronavirus para minimizar su impacto nacional.
Transcurridos más de 30 años desde el inicio de las misiones médicas de Cuba en Bostwana, una cifra superior a los mil profesionales de la Salud de la isla ha aportado sus servicios en todo el país, bajo en diferentes modalidades como el Programa Integral de Salud (PIS), la Colaboración Compensada y actualmente Servicios Médicos.
Entre ello se cuentan médicos generales integrales, de otras especialidades, enfermeras, fisioterapeutas, y licenciados en Farmacia.
Al inicio, recuerda el doctor Liam Kadel Dunán Cruz, jefe de la brigada médica de Cuba en Bostwana, los colaboradores cubanos radicaban solo en las urbes de Gaborone, Francistown y Maun, pero con el tiempo su presencia que se extendió a múltiples localidades de los nueve distritos (provincias) del país.
En estos momentos, revela, la misión está compuesta por más de 80 colaboradores, quienes cubren 30 especialidades, muchos de los cuales están incluso al frente de sus departamentos en los hospitales donde laboran.
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