La funcionaria señaló en declaraciones al canal público France 2 que la situación epidemiológica se deteriora de manera preocupante, a partir del dominio de las cepas mutantes del coronavirus SARS-CoV-2, en particular la detectada por primera vez en el Reino Unido.
Estas variantes no solo son más contagiosas, también más mortales, y las capacidades de camas en cuidados intensivos están saturadas, subrayó.
En los últimos días, el gobierno confirmó el comienzo del traslado por avión y tren de pacientes graves de la Región Parisina, integrada por esta capital y siete departamentos, hacia otras zonas de Francia con un mejor escenario en sus hospitales.
Según las autoridades, en Isla de Francia hay mil 134 personas en cuidados intensivos, el 27 por ciento del total nacional.
Pécresse estimó que se trata de una tercera ola muy violenta de contagios por la Covid-19, pandemia responsable en suelo galo de más de cuatro millones de casos y 90 mil muertes desde el 1 de marzo del año pasado.
Hasta el momento, el gobierno había descartado un nuevo confinamiento de París y su entorno, pero ante los hechos, el primer ministro Jean Castex y el director general de Salud, Jérome Salomon, reconocieron que pudiera ser necesario.
Urge tomar medidas, van a morir más personas y no queremos ver que por una cuestión de capacidad sean rechazados pacientes en cuidados intensivos, insistió Pécresse.
La presidenta de la Región Parisina, donde vive el 18 por ciento de la población francesa, llamó a los ciudadanos a quedarse en casa, abogó por el teletrabajo e instó al gobierno a acelerar la campaña de vacunación contra el SARS-CoV-2.
Francia vivió confinamientos nacionales en la primavera y el otoño del 2020, y este año comenzó a aplicar el cierre a nivel local y durante los fines de semanas, lo cual ya ocurrió en la ciudad sureña de Niza y el norteño departamento de Paso de Calais.
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