Entre los manifestantes, algunos usaban máscaras negras con las palabras: ‘Ya es suficiente’.
Otros portaban pancartas en las que se denunciaba la misoginia, el abuso y la violación.
En Melbourne (sureste), una pancarta enumeraba a 900 mujeres que perdieron la vida a manos de hombres desde 2008.
Las protestas responden a las denuncias de agresión sexual relacionadas con el Parlamento de Australia, incluida una acusación histórica de violación dirigida al fiscal general Christian Porter, quien niega rotundamente la afirmación.
Otra acusación fue hecha por una exmiembro del personal de la coalición conservadora gobernante, Brittany Higgins, quien dice que fue violada dentro del recinto oficial.
Ante una multitud reunida en el césped frente al Parlamento de Australia el lunes, Higgins dijo que no les quedaba otra opción que protestar públicamente.
Reconocemos fundamentalmente que el sistema está roto, el techo de cristal sigue en su lugar y hay fallas significativas en las estructuras de poder dentro de nuestras instituciones, señaló la extrabajadora parlamentaria, de 26 años.
En los días posteriores a que se hizo pública su denuncia, otras tres mujeres se dieron a conocer y dijeron a los medios de comunicación que el mismo hombre, un exempleado del partido conservador gobernante de Australia, las había agredido sexualmente.
No obstante, el hombre no ha sido identificado públicamente.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, no asistió al mitin del lunes y recibió críticas de los legisladores de la oposición por decir en el Parlamento que los eventos del día fueron un ‘triunfo de la democracia’ porque tales marchas ‘están siendo recibidas a balazos’ en otros países.
Una petición en internet, dirigida a Morrison y que pide investigaciones independientes sobre la violencia de género en la política y la destitución de los perpetradores de posiciones de poder, ha obtenido más de 90 mil firmas.
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