Según reportes de la televisión británica, los manifestantes atacaron una estación de Policía del centro de la ciudad, incendiaron una camioneta policial y lanzaron fuegos artificiales contra los uniformados, algunos de los cuales quedaron con varias costillas rotas tras los violentos enfrentamientos.
La protesta fue convocada por las filiales locales del movimiento Black Lives Matter y del grupo ecologista Extinction Rebellion, y otras organizaciones civiles, bajo el lema de Kill the Bill (Maten el Proyecto de Ley) por considerar que la propuesta, que ya pasó una primera aprobación en el Parlamento, atenta contra las libertades civiles y el derecho a manifestarse.
Para sus detractores resulta, por ejemplo, inconcebible que bajo las nuevas regulaciones, un manifestante que dañe un monumento público podría recibir hasta 10 años de cárcel, mientras que un violador estaría apenas cinco años tras las rejas.
La Policía tendría además potestad para las horas de inicio y conclusión de una protesta, prohibirla en caso de considerarla demasiado ruidosa o causante de molestias a la comunidad.
El proyecto de ley tiene como antecedente las multitudinarias manifestaciones protagonizadas meses atrás por los ambientalistas de Extinction Rebellion o contra el racismo, que paralizaron el centro de Londres y de varias ciudades del Reino Unido, y en algunos casos como en el propio Bristol, incluyeron el derribo de la estatua de un comerciante de esclavos.
La legislación cobró además mayor notoriedad por llegar al Parlamento en medio de la indignación provocada por el rapto y asesinato, semanas atrás, de una joven que caminaba sola de regreso a su casa en Londres.
El crimen generó un debate nacional sobre la violencia de género y la inseguridad en las calles del país, y el hecho de que fue cometido por un policía en activo contribuyó a enardecer aún más los ánimos contra los uniformados.
Durante la protesta de este domingo, los manifestantes, muchos de ellos con las caras cubiertas, portaron pancartas donde llamaban a decir no al ‘estado policial en el Reino Unido’ y reclamaban que ‘la libertad de protestar es fundamental en una democracia’.
Hasta el momento, se desconoce si las fuerzas del orden lograron arrestar a alguno de los participantes en la manifestación, aunque un vocero de la Policía local afirmó que los atacantes serán identificados y tendrán que responder ante la justicia.
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