Después de fuertes enfrentamientos entre los talibanes y efectivos del ejército afgano, las tropas gubernamentales abandonaron la base militar y el distrito de Charkh, informaron a la agencia de noticias Ariana funcionarios locales.
Según esas fuentes, ambas partes sufrieron numerosas bajas, y las fuerzas gubernamentales, a pesar de su férrea defensa, se retiraron y dejaron en manos de los opositores armados la instalación militar y la localidad.
Los talibanes afirmaron que sus combatientes habían capturado por completo la región, a pesar de que, en su retirada el ejército lanzó ataques de morteros en el bazar de la localidad, que provocaron la muerte de dos civiles y heridas a otros seis.
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