‘Ante los atentados terroristas que cegaron la vida de nuestros jóvenes, millones de cubanos han seguido su legado y defienden hoy la obra de la Revolución’, escribió el titular de la diplomacia en un mensaje publicado en Twitter.
Sergio Pérez (1946-1972) desde muy joven se incorporó a las organizaciones juveniles revolucionarias.
Mientras se desempeñaba como funcionario de la misión diplomática de Cuba en Canadá, un atentado con explosivos plásticos destruyó la Oficina Comercial donde se encontraba el 4 de abril de 1972.
La acción dejó además a otras siete personas heridas.
Las organizaciones terroristas Joven Cuba y el Directorio Revolucionario Estudiantil se adjudicaron la colocación del artefacto explosivo.
Pérez apenas contaba con 25 años y dejó a una esposa viuda y un hijo de dos años de edad.
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