Según fuentes del gobierno afgano, el mayor número de bajas ocurrió por un ataque talibán a un puesto de control en la provincia de Helmand, donde 20 soldados perdieron la vida y 14 fueron hechos prisioneros.
Los talibanes atacaron también otro punto de seguridad del ejército en el distrito Shindand de Herat, mataron a más de 10 miembros de las fuerzas de seguridad e hirieron a otros siete, según las mismas fuentes.
Horas antes, al menos tres miembros de las fuerzas de seguridad murieron y otros 12 resultaron heridos en una explosión de un coche bomba en el céntrico distrito de Paghman en esta capital.
Los talibanes, mediante un comunicado, se atribuyeron la responsabilidad de los ataques.
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