De acuerdo con estas versiones las dos bases que cayeron esta mañana en manos de los kachines, uno de los grupos étnicos armados mejor entrenados de la nación asiática, están ubicadas en la zona de Hpakant.
Desde hace varias semanas se reportan enfrentamientos en la región entre militares y miembros de la agrupación independentista, que decidió defender a los civiles que se manifiestan contra el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.
Junto con ellos, otros grupos étnicos armados participan cada vez más en la lucha contra la junta, según versiones periodísticas.
Mientras tanto parlamentarios del derrocado Gobierno y miembros de grupos étnicos, pidieron a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) que no reconozca a la junta militar y, en su lugar, invite a su representante a la próxima reunión de la entidad.
Hasta el momento se espera que el general Min Aung Hlaing, el jefe de la junta que tomó el poder, presente un informe el venidero día 24 en Yakarta ante los líderes de la región.
Los miembros de la Asean nunca condenaron el golpe militar, pero criticaron duramente la violencia contra la población civil.
De acuerdo con la Asociación de Asistencia a Presos Políticos de Myanmar, hasta ahora 737 personas fueron asesinadas por la junta, y tres mil 229 personas han resultado heridas.
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