El director de la Asociación agrícola de la Bekaa libanesa, Ibrahim Tarshishi, defendió a sus afiliados que a partir de este domingo sufrirán la prohibición emitida por Riad de adquirir frutas y vegetales del país de los cedros.
Los granjeros de Bekaa exportan cada año más de 50 mil toneladas de productos agrícolas al reino del Golfo y la reciente decisión los coloca en la ruina.
Tarshishi demandó contactos urgentes entre las autoridades de Beirut y Riad para aclarar que los libaneses carecen de interés en dañar a los sauditas.
‘Arabia Saudita es el mayor importador de nuestros productos y con esa medida nuestras exportaciones no pasarán de Jordania ni transitarán hacia otros países a través del reino del desierto’, lamentó.
El directivo apuntó que Líbano carecía de granadas para exportar y las importaba desde Siria, Egipto y Túnez en los últimos 20 años, explicó.
La declaración de Tarshishi obedece a que los aduaneros sauditas detectaron píldoras de captagon, un fuerte estimulante compuesto por anfetamina y cafeína, dentro de un cargamento de la mencionada fruta.
Ese descubrimiento originó una decisión saudita de suspender la compra a Líbano de verduras, cítricos, melocotones, peras, albaricoques y cerezas.
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