Tanto en Qatar como en gran parte del Medio Oriente, este fruto seco es muy preciado en toda época del año; sin embargo, por esta fecha adquiere mayor significación por su riqueza nutricional para quienes ayunan desde la salida del sol hasta su puesta.
Asimismo, por su valor alimenticio, suelen recomendarlo a las mujeres que recién alumbraron, para incrementar su producción de leche.
El fruto de la Phoenix dactylifera, llamada popularmente palmera datilera, posee un alto contenido de azúcar, hidratos de carbono, proteínas y fibra, cero colesterol y muy poca grasa, por lo que resulta una verdadera fuente de energía. A su lista de nutrientes se suman potasio, magnesio, flúor, hierro y otros.
Dicen que sus vitaminas y minerales pueden prevenir varios padecimientos como estreñimiento, cáncer de colon, hemorroides, enfermedades cardiovasculares, Alzhéimer y artritis. También le han atribuido beneficios para el sistema nervioso y la inmunidad.
Las palmas datileras se plantan principalmente en el suroeste asiático y en África del Norte. Se trata de un cultivo de suma importancia en las regiones desérticas.
Para los nómadas del desierto constituye un alimento básico y hoy, aunque menos indispensable en cuestión de supervivencia, siempre está presente en los hogares qataríes.
Ya sea en su estado natural, en jugo, mermelada o postres, el dátil no escapa de la cotidianidad de los habitantes de este emirato, de tal modo que, además del clásico café árabe, es uno de los elementos reinantes en mesas de bienvenida, festividades o eventos.
Infinidad de centros comerciales y negocios privados incluyen entre sus ofertas este fruto, e incluso hay espacios dedicados enteramente a su comercialización, desde los más glamurosos hasta los más sencillos.
(Tomado de Orbe)