Al término de un plenario manifestó en declaración de 10 puntos discrepancia con el mensaje desde el Poder ejecutivo de trasladar la responsabilidad del enorme crecimiento de los contagios y la muerte a la población.
Enfatizó en que las acciones a llevar a cabo desde el Estado son irrenunciables sin eludir su papel en la evolución de la pandemia y hay que ‘hacerse cargo’.
Asimismo reiteró que el gobierno sigue sin atender gran parte de las recomendaciones de la comunidad académica y científicas en cuanto medidas de restricción de la movilidad.
Denunció la ‘soberbia e intransigencia’ para administrar la crisis sanitaria y lo acusó de actuar con el apoyo monolítico de la coalición’ de partidos oficialistas de derecha, desoyendo las propuestas e iniciativas de la oposición.
La fuerza política criticó la falta de respuesta a una reiterada propuesta de mesa de diálogo y ‘ya transcurrió demasiado tiempo y las consecuencias sin demasiado graves’.
Consideró imprescindible implementar medidas más profundas en materia de ayuda a las familias de mayor vulnerabilidad y a micros, pequeñas y medianas empresas que atraviesan dificultades graves y la protección a los asalariados.
El órgano directivo acordó dar un impulso decisivo a la recogida de 700 mil firmas para un referendo revocatorio de la Ley de Urgente Consideración de restauración conservadora como principal tarea de la militancia de izquierda.
Su presidente, Javier Miranda, recriminó al gobierno por llevar adelante una ‘política barata’ para hacer frente a la pandemia, en lo social y económico ‘con magros esfuerzos en materia de gasto público y de inversión para la reactivación económica y para el sustento de los más vulnerables’.
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