Según distintos medios de prensa, el Gobierno exigió que los estudiantes de primer y segundo grado no tengan deberes por escrito y los de tercero a sexto solo reciban una cantidad apropiada para completarse en una hora.
Indicó a los maestros de secundaria dejar tareas para la casa que ocupen hora y media del tiempo libre de los adolescentes, urgió a ambos niveles de estudios moderar las asignaciones de los fines de semana y las vacaciones, y las prohibió en la enseñanza extraescolar.
Sin embargo, llamó a organizar el programa docente de manera que garantice dos horas diarias de actividad física, incorpore conocimientos de salud, habilidades básicas de ejercicio y el establecimiento de clubes deportivos.
Esas iniciativas se enmarcan en un proceso que pretende darle un vuelco radical al sistema educativo de China, en medio del creciente debate sobre las consecuencias psicológicas de la sobrecarga en niños y adolescentes camino a la universidad.
Diversas encuestas alertaron que casi la mitad de la población infanto-juvenil no tiene espacio para jugar ni hacer relaciones interpersonales por el exceso de las tareas -especialmente de matemáticas-, y las clases privadas adicionales.
Las investigaciones también coincidieron en las afectaciones al horario de sueño y la frustración en gran parte de los chicos, así como en las crecientes presiones que enfrentan padres e hijos debido a la competencia en la sociedad por los mejores puestos.
Otro estudio cifró en casi 30 millones la cantidad de menores de 17 años de edad con problemas mentales, principalmente por el cúmulo de deberes y la adicción a la internet,que también son culpables de un incremento de la obesidad y la miopía en las nuevas generaciones.
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