Durante la habitual reunión del grupo temporal de trabajo, el mandatario, el primer ministro Manuel Marrero y otros representantes de la máxima dirección de la isla intercambiaron con directivos y gobernadores de diferentes territorios.
Según el sitio oficial de la presidencia, Marrero insistió en intensificar la atención al personal médico que está en las zonas rojas y reflexionó sobre la importancia de la ‘pelea dura’ que cumplen.
En el encuentro, el gobernador de La Habana, Reinaldo García, informó acerca de la creación y evaluación de nuevas capacidades hospitalarias en los centros de salud.
Asimismo, aseguró que actualmente se incrementa la información a la población en lugares de alta concentración de personas como parte del trabajo para elevar la percepción de peligro. Además, estimó como positivo el reforzamiento de las terapias intensivas en la capital con especialistas de otras provincias.
En las últimas 24 horas, La Habana confirmó una vez más la mayor cifra de diagnósticos positivos con 600, de 900 casos autóctonos reportados en el país.
Las autoridades sanitarias y de Gobierno insisten en la importancia de respetar y cumplir con rigor las medidas higiénico-sanitarias, los protocolos de salud establecidos, el correcto aislamiento de los contactos de casos positivos, entre otras acciones dispuestas para frenar la incidencia del coronavirus.
Desde Matanzas, territorio occidental también con retroceso en el control de la pandemia, el gobernador Mario Sabines explicó que la provincia busca reducir la movilidad de las personas, incrementar la calidad de las pesquisas y las capacidades de aislamiento.
Otros dirigentes también reseñaron el escenario epidemiológico de lugares como Sancti Spíritus y Granma, jurisdicciones que muestran una progresión en el control de la enfermedad.
A punto de concluir el cuarto mes del año, Cuba notifica un promedio de mil 46 casos diarios en abril, incidencia que forma parte de un repunte de la enfermedad en la nación desde fines de 2020.
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