El presidente del Parlamento Nabih Berri afirmó que es una invitación a los libaneses el levantamiento palestino en curso en los alrededores de la mezquita de Al-Aqsa y en barrios de la Jerusalén ocupada.
Esa insubordinación contra los represores de Tel Aviv, dijo, convoca a reflexionar sobre la importancia de la unidad nacional y de renuncia a la manipulación que ejecutan facciones políticas locales con intereses estrechos y personales.
Berri aludió así al estancamiento para nominar un gobierno que dilata más de ocho meses, mientras la peor crisis económica en décadas golpea a la inmensa mayoría de la población.
La defensa de los palestinos sobre la identidad de su ciudad, futuro como capital eterna del Estado de Palestina, su cultura y herencia árabe, nos llama a solidificar la unión entre los libaneses, subrayó.
‘áEs un grito palestino para despertar conciencia en la nación, corregir su brújula hacia saber quién es el enemigo, y quién es el amigo!’, añadió.
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