Las autoridades sanitarias advirtieron antes sobre un repunte de la enfermedad y su pronóstico se cumplió el sábado, cuando los contagiados llegaron a una cifra récord de dos mil 839.
Aunque los casos cedieron el domingo (dos mil 438) y este lunes (dos mil 48), el gobierno decidió extremar las regulaciones en Bangkok al menos por dos semanas.
Las nuevas restricciones incluyen la obligatoriedad de llevar mascarilla en la calle, el cierre de centros de servicios no esenciales y la prohibición de reuniones de más de 20 personas.
Ya desde antes, como en el resto del país, están cerradas las escuelas de todos los niveles, prohibida la venta de alcohol en bares y restaurantes, y limitado el horario de apertura de los centros comerciales.
Con los de hoy, el acumulado de casos en Tailandia aumentó a 57 mil 508, pero hay una gran presión sobre los hospitales porque más de 24 mil personas están bajo tratamiento. El número de muertes hasta la fecha asciende a 140.
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