El golpe más reciente tuvo lugar en Al-Diwaniyah, capital de Al-Qadisiyyah, del cual se desconocen los daños causados a los vehículos o de víctimas.
Con anterioridad, otro convoy norteamericano recibió el impacto de dos bombas colocadas al borde de una carretera en la gobernación de Dhi Qar e igual tipo de sabotaje sufrió uno en la sureña Basora.
Durante los últimos meses, los intereses estadounidenses en este país árabe son blanco de disparos de cohetes o de artefactos explosivos en las carreteras.
Los ataques se concentraron en caravanas que llegan desde las fronteras de Siria o de Kuwait, cargadas con suministros para las tropas del Pentágono en Iraq.
Grupos de la Resistencia iraquí consideran ocupantes e invasoras a las fuerzas estadounidenses y exigen su retirada inmediata.
Ante esa creciente amenaza, Bagdad y Washington anunciaron la retirada total del contingente norteamericano, pero sin precisar fecha.
Las Unidades de Movilización Popular de Iraq (al Hashd al-Shaabi en árabe) anunciaron que están dispuestas a sacar los representantes del Pentágono en el país.
Esas agrupaciones armadas advirtieron que mantendrán su beligerancia contra los uniformados estadounidenses si no se fija un plan para su salida del país.
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