En ese sentido, el informe emitido por el BOJ señala que si bien se espera el nivel de actividad de Japón en sectores de servicios presenciales sea más bajo comparado con antes de la Covid-19, es probable una recuperación de la economía.
Tal previsión se apoya en la posibilidad de un impacto menguado de la pandemia de manera gradual y con el apoyo creciente de la demanda externa.
Otros de los elementos que maneja el banco central nipón están en las condiciones financieras y las medidas económicas del gobierno.
En el año fiscal 2020, según el documento, el Producto Interno Bruto (PIB) real de Japón cayó menos de lo estimado en enero pasado. Ese augurio fue de 4,9 por ciento en lugar del 5,6 por ciento.
Para el ejercicio fiscal 2022, el PIB crecerá 2,4 por ciento, seis décimas por encima del pronóstico anterior, y en 2023 experimentará un alza del 1,3 por ciento, según los cálculos del BOJ.
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