Según dijo este lunes a la agencia de noticias Ariana, el diputado Abdul Sattar Hussaini, los insurgentes dieron muerte a más de 20 soldados del ejército nacional, incluidos comandos especiales.
El gobernador de Farah, Taj Mohammad Jahid, confirmó, por su parte, que el campamento de Bala Buluk de Farah cayó en manos de los talibanes. El Ministerio de Defensa no confirmó el ataque, pero los talibanes se atribuyeron la responsabilidad.
El hecho se produce después de que un nuevo informe trimestral del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (Sigar, por sus siglas en inglés) constató un aumento del 82 por ciento en los ataques internos contra las fuerzas de seguridad del gobierno en el primer trimestre de este año, lo que resultó en 115 personas muertas y 39 heridas.
Sigar informó la semana pasada que las bajas totales de las fuerzas de seguridad y defensa nacional de Afganistán también fueron sustancialmente más altas que durante el mismo período del año pasado.
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