Con vídeos manipulados y acusaciones dudosas, el lobby israelí en esos países fabricó una epidemia de antisemitismo para apartar la mirada de los medios de comunicación de los niños muertos en Gaza, aseguró la publicación.
Tras el asalto a la Franja de Gaza en el que el ejército de Tel Aviv mató a más de 220 personas, entre ellas más de 65 niños, y después de días de alborotos grabados por turbas extremistas judías contra personas y propiedades palestinas dentro de las ciudades israelíes, los grupos en Estados Unidos y Canadá lanzaron una campaña coordinada.
El lobby israelí estadounidense fabricó una epidemia de violencia antisemita con el objetivo de presentar a los judíos norteamericanos como las verdaderas víctimas de la crisis.
Precisó la publicación que en casi todos los casos, no existe ninguna prueba que corrobore las afirmaciones de que eran el objetivo de las agresiones violentas. Sin embargo, agregó, hay amplias pruebas de engaño, ya que los vídeos y fotografías revelan que elementos pro-israelíes provocaron a los manifestantes, iniciaron la violencia y falsificaron o embellecieron sus testimonios.
Desde la firma del alto el fuego, los medios proporcionaron a los grupos de presión israelíes una plataforma para acusar sin fundamento a los activistas de la solidaridad con Palestina de desencadenar la violencia antisemita, e incluso afirmar sin una pizca de pruebas que se persigue a los judíos, agrega grayzone.
Denunció el sitio que la policía de Nueva York detiene a jóvenes palestinos estadounidenses, encarcelándolos e investigándolos por ‘delitos de odio’ por su participación en peleas grabadas en vídeo por manifestantes pro-Israel.
Sin embargo, subrayó, en muchos casos destacados, las pruebas de vídeo y fotográficas examinadas por The Grayzone contradicen las acusaciones de los pro-israelíes y revelan que las historias son muy engañosas, si no totalmente falsas.
La publicación señaló que el patrón engañoso de la campaña que parece mostrar a activistas de la solidaridad con Palestina atacando a partidarios de Israel, desencadenó airadas denuncias de violencia antisemita por parte de políticos de alto nivel en Canadá.
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