Por eso junto a otros 11 pastores de distintas religiones crearon la Primera Línea Ecuménica por Colombia, para establecer un canal de interlocución entre los sectores campesinos, indígenas, los jóvenes y otros, y el gobierno de Iván Duque, explicó en entrevista con Prensa Latina, vía Internet.
El sacerdote evangélico expuso que ve al país muy polarizado políticamente y le preocupa que se esté manejando de forma similar a la época del gobierno de Laureano Gómez (1950-1951) cuando, salvando las distancias, el país vivía una situación dura de crisis.
Es como si se repitiera en este momento, como si fueran caminos paralelos, subrayó Huérfano Ordoñez, quien forma parte del Movimiento Comunal del Catatumbo y es guardia campesino.
‘Me preocupa que no se abren caminos de diálogo realmente con todos los sectores en Colombia involucrados en este estallido social, generado por las reformas planteadas por el gobierno de Duque’, expresó.
Estalla porque Colombia venía siendo una olla en la cual el orificio donde sale el vapor tapaba, las reformas fueron como la gota que rebosa la copa y el pueblo se venía cansando, aseguró. Asimismo señaló que el país está polarizado, ‘las personas que Iván Duque llama a negociar no gozan de toda la credibilidad, sobre todo algunos políticos’.
BUSCAR UNA SALIDA A LA CRISIS
Proponemos, dijo, sentarnos a dialogar, pero con todos los sectores en los departamentos, en los municipios, y a ese nivel buscar una salida a la crisis, y luego a nivel nacional hacer una gran mesa de organizaciones sociales.
Piden al gobierno negociar con las organizaciones a nivel del país, con todos los sectores: arroceros, paperos, los productores de yuca, de leche, quienes están empobreciéndose porque se importan muchos de esos productos.
La otra propuesta es que la gente desbloquee las vías, pero permanezca en estas, en asamblea, mientras se da ese diálogo nacional, añadió.
‘El diálogo tiene que ser de todos los colombianos, no solo de actores políticos’, recalcó Huérfano Ordoñez. ‘Pero no se ha querido, estamos viviendo un gobierno con egos y a eso hay que sumarle que las elecciones presidenciales ya están a las puertas, lo cual polariza más al país’.
Resaltó que en estos momentos el uribismo -seguidores de la política del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010)- perdió fuerza y mucha credibilidad ‘por la forma en que este gobierno le miente a la gente: ‘No fracking, protección de los páramos, menos impuestos y más salarios’, reiteró. ‘La salida es el diálogo, reconocernos a nosotros mismos como actores de esta situación’.
Indicó que en Colombia, por los altos niveles de corrupción, se pierden cada año cifras millonarias de dinero, y en medio de la pandemia de la Covid-19 ‘se siguen robando la plata. Entonces vienen los políticos y justifican que con el paro nacional los pequeños y medianos comerciantes quebraron, lo cual no es cierto porque ya lo estaban’.
Por eso la única salida es que los actores políticos que están buscando réditos se aparten y sea el mismo pueblo quien llame y sentarnos a dialogar, enfatizó. ‘Y somos los culpables porque hemos permitido que quienes están en el Congreso hagan con nosotros lo que quieran’.
LA PRIMERA LÍNEA ECUMÉNICA POR COLOMBIA ‘La creamos sacerdotes no romanos y hay personas católicas, laicos y pastores de diferentes denominaciones religiosas. Algunos se sorprendieron porque salimos con escudo, con casco y con la imagen de Jesús abrazando a Colombia, y además somos 12’.
Aseguró que eso tiene una connotación simbólica: el casco es un símbolo de resistencia, de trabajo porque para poder gestar los cambios en el país no solo hay que resistir, sino trabajar. Acerca del escudo, manifestó que parte de una base de una razón común de sus integrantes: ‘El Señor es nuestro escudo, un sinónimo de protección’. Agregó que el 12 es un número bíblico y que el Jesús abrazando a Colombia está relacionado con la religiosidad del país.
También es un llamado a todos los líderes religiosos para parar las confrontaciones y los protagonismos, y comenzar a trabajar con las comunidades, a llevar no solo un mensaje de salvación sino de liberación, de cuestionar y del Jesús humanista.
‘En Colombia quienes fungimos como líderes religiosos nos hemos quedado en silencio ante la realidad de lo que ocurre, algunos se ponen a favor del Estado porque da contratos. Estamos llamando a la unidad para poder salvar al país’, manifestó.
Pero tenemos que ser conscientes de que, en Colombia, los gobiernos no entienden a las buenas, agregó. Mostró su preocupación por los asesinatos, por las desapariciones, por las torturas, por todos los muertos y consideró urgente acabar con los discursos clasistas.
Hay gente de civil en motos con las placas tapadas y disparándole a la gente, y la fuerza pública no está respaldando al pueblo, sino a un sector que maneja dinero, advirtió. ‘Me preocupa que los jóvenes estén dando sus vidas y porque en este país millones de jóvenes no tienen nada que perder, les han robado absolutamente todo’.
Muchos líderes religiosos, el 99 por ciento, nos hemos quedado ante eso en silencio y quienes nos hemos pronunciado desde el trabajo social, somos cuestionados, criticados, nos tildan de guerrilleros y nos amenazan, remarcó el religioso que insiste en el diálogo para una salida al estallido social en Colombia.
arb/otf
(*) Periodista de Prensa Latina