Los agricultores están luchando por sus cultivos contra enjambres de langostas que diezmaron los sembrados en los campos de Bradost, en la región autónoma del Kurdistán iraquí.
‘No he plantado nada por el temor a los ataques de los depredadores que se comen todo’, expresó Rasul Ahmed en declaraciones al portal Rudaw news.
En la corriente temporada, varios granjeros resembraron en numerosas ocasiones, pero cada vez pierden sus cosechas por la acción devastadora de las langostas.
‘Matamos a muchas, pero siempre regresan’, apuntó Mustafa Wisw, quien se queja del precio de los insecticidas que encarecerán sus productos y aun así no pueden salir del ciclo destructor.
El Ministerio kurdo de Agricultura intenta atenuar la situación con créditos para entregar plaguicidas, precisó Hakeem Abdulla, director del departamento agrícola de la localidad de Soran.
Bradost es una de las zonas más fértiles del área extraurbana de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, con un componente importante de exportación hacia todo el país y la vecina Siria.
De otro lado, una severa sequía causó un cambio en la naturaleza de pájaros que van contra las cosechas para saciar su hambre, denunció el granjero Hemin Shukir.
Shukir esquivó la falta de agua en su finca en la aldea de Yangija, al sur de la norteña ciudad de Kirkuk, pero vio perder la mayoría de sus cultivos por aves que variaron sus hábitos alimentarios.
‘Los gorriones se comieron toda la cosecha’, indicó a Rudaw news.
La escasez del vital líquido obligó a muchos labriegos a abandonar los cultivos, mientras la fauna del lugar busca a como dé lugar satisfacer sus necesidades alimentarias.
‘Hay una sequía este año, que ha dañado gran parte de nuestra tierra’, indicó también el granjero Edris Othman.
El Ministerio de Agricultura analiza informes sobe la magnitud de los daños en las tierras cultivables en Iraq, no muy abundantes por ser un país, cuyas tres cuartas partes son desierto.
Como consecuencia de incendios, inundaciones repentinas y otros desastres, sumados los ataques de aves y otros depredadores, se anticipa escasez de productos agrícolas para la temporada, precisó el jefe del Departamento de Agricultura en Kirkuk, Zuhair Ali.
En un informe la ONU apunta que Iraq es el quinto país más vulnerable a los efectos del cambio climático, incluida la inseguridad alimentaria y del agua.
A ello se agregan los años de conflictos armados, crisis política y económica que lo convierten en uno de los menos preparados para enfrentar emergencias de cualquier tipo.
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