Por medio de su cuenta oficial en Twitter, el jefe de la diplomacia cubana escribió que esa decisión política de Estados Unidos cuesta vidas humanas.
En esa plataforma, el canciller recordó el impacto del cierre del consulado, que implicó la suspensión del procesamiento y otorgamiento de visas en la capital cubana y el traslado de estos trámites hacia terceros países.
De igual forma, Rodríguez destacó la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano, aprobada en 1966 en Washington con el fin de estimular a los nacidos en la isla a abandonar el país de forma ilegal poniendo en peligro sus vidas, con la aspiración de convertirse en residentes de Estados Unidos.
Alegados incidentes de salud de diplomáticos norteamericanos acreditados en Cuba fueron empleados en 2017 como justificación para reducir en más del 60 por ciento el personal y cerrar efectivamente el consulado de Estados Unidos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores en una declaración de marzo pasado reconoció entre los incentivos a la migración, además del cierre de la representación diplomática y de la permanencia de la Ley de Ajuste Cubano, el incumplimiento del compromiso de Washington de garantizar el éxodo legal de un mínimo de 20 mil cubanos por año.
En este sentido, ratificó la voluntad de la nación caribeña de seguir trabajando para prevenir la migración irregular, insegura y desordenada, e impedir las salidas que ponen en peligro la vida humana.
De igual forma, manifestó el compromiso de luchar contra los actos de violencia asociados a este fenómeno y los delitos como la trata de personas y el tráfico ilegal de migrantes.
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