En respuesta a una pregunta sobre la próxima visita de la vicepresidenta Kamala Harris, el 8 de junio, el mandatario dijo que, a pesar de los reclamos por intromisión de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) ‘no hay diferencias y estamos obligados a ponernos de acuerdo’.
Por eso viene la vicepresidenta, para conversar con nosotros sobre la migración donde se está avanzando mucho, y otros temas, expresó. Puedo adelantar que después de marzo, el mes más crítico en cuanto a deportaciones desde Estados Unidos, estas han bajado porque iniciamos un plan conjunto al respecto.
Sin embargo, aclaró que aunque ya no está como en marzo con sus cifras récord y está bajando, todavía no es suficiente y en realidad es poco el descenso.
Reveló que llevan dos reuniones con autoridades del sur de México, Tabasco, Campeche, Oaxaca y los dirigentes municipales de la franja fronteriza con Guatemala, y trabajando de manera coordinada sobre este problema en busca de soluciones.
Por la parte de México, señaló, hemos decidido escuchar a todos y abrir las puertas a los gobiernos, a la diplomacia internacional, a todos los organismos, porque no tenemos nada que esconder, es transparencia, pero hay reglas las cuales deben respetar.
Ya no es el tiempo de antes cuando intervenían las agencias extranjeras en nuestro territorio hasta sin pedir permiso, sin avisar, y eso ya no es así.
Recordó el caso de la introducción de armas a México bajo la operación denominada ‘Rapido y Furioso’ como decidiera hacer Estados Unidos sin una consulta, bajo el gobierno del expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
Metieron armas con sensores para que supuestamente pudieran capturarse a los grupos del crimen organizado y lo que hicieron fue rearmarlos como nunca antes y aumentar considerablemente los muertos incluidos ciudadanos estadounidenses, recordó.
Fue la época de Calderón y de su amigo y secretario de Seguridad Genaro García Luna, preso en Estados Unidos y juzgado por su vinculación con el cartel de Sinaloa al cual beneficiaba mientras combatían a otros grupos, según indicó el gobierno.
mem/lma