Según el texto, el primer movimiento importante de la administración demócrata sobre la isla caribeña es la señal negativa más fuerte, cuando la semana pasada, el Departamento de Estado la incluyó entre los países que ‘no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos’, alegación rechazada por La Habana por considerarla ajena a la realidad.
El Departamento de Estado dijo que la decisión se tomó después de ‘una revisión del nivel general de cooperación de un país en nuestros esfuerzos para combatir el terrorismo, teniendo en cuenta nuestros objetivos con ese país, y una evaluación realista de sus capacidades’.
Para quienes están a favor de normalizar los lazos de Estados Unidos con Cuba, la medida fue vista como una decisión puramente política, pero sugiere que la administración Biden puede continuar con el enfoque de línea dura adoptado por su antecesor republicano, señala el texto, firmado por Rebecca Beitsch.
‘Es una determinación política y una señal que están tratando de darle a la derecha de que se van a apegar al statu quo’, dijo Fulton Armstrong, profesor de la American University y exdirector de Asuntos Interamericanos en el Departamento de Seguridad Nacional, durante la la administración de Bill Clinton (1993-2001).
El experto criticó al Departamento de Estado por ofrecer muy poca información sobre lo que influyó en su decisión de incluir a Cuba en dicha relación unilateral.
La determinación se tomó en virtud de la Ley de Control de Exportación de Armas, que requiere un informe cada mes de mayo sobre los países excluidos de las exportaciones y ventas de defensa con Estados Unidos, pero el mandatario Barack Obama (2009-2017) había eliminado a Cuba de la lista en 2015.
Si bien el equipo de Biden se comprometió a revisar esa denominación, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas recientemente que ‘un cambio de política hacia Cuba no se encuentra actualmente entre las principales prioridades del presidente Biden’.
‘Es difícil tener cooperación en contraterrorismo o cualquier otra cosa si no se están hablando entre sí’, dijo a The Hill el representante Jim McGovern (D), defensor de la normalización de los lazos con Cuba desde hace mucho tiempo, quien señaló las limitadas relaciones diplomáticas entre los dos países.
Las autoridades cubanas han reiterado en los últimos meses que el bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Washington contra la isla desde hace seis décadas es el principal obstáculo a su desarrollo y a la vez un impedimento sustancial para el establecimiento de una relación normal y civilizada con Estados Unidos.
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