La Oficina de Defensa Civil indicó que entre los fallecidos se encuentra una aldeana de 14 años que corrió con su padre a la orilla del río para rescatar a sus animales de granja bajo una intensa lluvia, y fue arrastrada por fuertes corrientes.
De acuerdo con la fuente, el padre sigue desaparecido en algún punto de la ciudad de Norala, en la provincia de Cotabato del Sur.
El personal de la guardia costera rescató a los residentes que quedaron atrapados en casas sumergidas por las aguas.
Más de dos mil 600 personas fueron desplazadas, en su mayoría por inundaciones, en 18 aldeas del sur, incluidos unos 600 filipinos que se trasladaron a centros de evacuación.
Las autoridades dijeron que se necesitaban más espacios para albergar a los evacuados, como medida para evitar un brote de coronavirus.
Igualmente, más de tres mil pasajeros y manipuladores de carga quedaron varados en los puertos marítimos del centro y sur después de que la guardia costera suspendiera los viajes por mar debido al fenómeno meteorológico.
Choi-wan azotó el suroeste de la provincia central de Masbate este miércoles con vientos sostenidos de 65 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 90.
Se espera que la tormenta se debilite y se convierta en una depresión tropical el jueves por la mañana.
La temporada de lluvias de Filipinas normalmente comienza en junio y dura hasta noviembre, y el país se ve afectado por un promedio de 20 tormentas tropicales y tifones cada año.
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