Funcionarios del Ministerio de Cultura y Deporte informaron que el programa busca la prevención a largo plazo e incluye varias fases hasta 2050, la primera de ellas con un cierre en 2025, para evitar que el impacto del clima en el patrimonio cultural sea un proceso irreversible.
En esa etapa inicial, el plan comprenderá acciones, entre ellas, la elaboración de un listado de vulnerabilidad climática nacional y la adaptación de aquellos sitios arqueológicos en peligro, de acuerdo con los estudios elaborados por expertos.
La iniciativa contiene la construcción de zanjas y la colocación de alarmas en las ruinas de Delfos, antigua ciudad que albergó uno de los principales oráculos de la Antigua Grecia, y que, si bien es una de las mejor conservadas, experimenta desprendimientos de rocas.
Otros espacios como los palacios de la milenaria civilización minoica de Creta ampliarán su red de drenajes de agua y la protección de su suelo contra la erosión para evitar inundaciones.
Sumado a los desbordamientos, el incremento de las temperaturas y la sequía, la ocurrencia de incendios resulta una cuestión preocupante, de ahí que la antigua ciudad de Filipos, patrimonio mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, instale cortafuegos.
Recientemente, un incendio a 60 kilómetros de Atenas asoló más de 5 mil hectáreas y destruyó dos monasterios y el año último el fuego quemó zonas del monumento y el ala este del Palacio en el sitio arqueológico de Micenas.
El programa contiene mejoras en los museos y la actualización de las instalaciones energéticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la protección de esos espacios históricos, con un elevado valor cultural y un fuerte peso en la economía griega.
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