Prensa Latina dialogó en Roma con María Helena Semedo, directora general adjunta de ese organismo, experta caboverdiana cuya labor contribuye a dar forma a una nueva narrativa mundial en la cual la agricultura es reconocida como solución ante problemas que van desde la transformación de los sistemas alimentarios hasta el manejo del cambio climático.
El mundo -expresó- enfrenta desafíos complejos y entrelazados comoel cambio climático, la salud global, la inequidad económica y lapérdida de biodiversidad; todos tienen impactos en la seguridadalimentaria y el hambre en el orbe.
Amenazas comunes exigen soluciones compartidas, indicó Semedo, ganadora del prestigioso Prix de la Fondation (Premio de la Fundación) y Medalla de Oro del Crans Montana Forum de Bruselas, que reconoció en ella una ferviente convencida de la importancia de la seguridad alimentaria, la nutrición y la agricultura sostenible en la lucha contra las causas fundamentales del hambre y la pobreza.
Añadió que “para responder de manera sostenible a largo plazo, son necesarias acciones holísticas y políticas coherentes en todos los sistemas agroalimentarios”.
Gobiernos, sector privado, comunidades locales, pueblos indígenas, mujeres y jóvenes; científicos, investigadores y la sociedad civil, toda la amplia gama de los actores de la sociedad son esenciales en esta batalla, aseveró la destacada economista y política de Cabo Verde, experta en temas de desarrollo global, con más de 30 en el servicio público.
Precisó, además, que la FAO trabaja en un Marco Estratégico “centrado en la transformación hacia sistemas agroalimentarios más producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás”.
En ese empeño apoyamos, dijo, a los países para mejorar sus capacidades institucionales y técnicas y brindar soluciones sólidas y basadas en evidencia, conocimiento e innovación, para propiciar diálogos internacionales a favor de la integración de la seguridad alimentaria, la agricultura, la silvicultura y la pesca en la agenda internacional del cambio climático.
Ejemplificó al respecto la contribución de la FAO a la reformulación e implementación de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) que representan los compromisos asumidos por los países para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la adaptación al cambio climático.
Ello incluye hojas de ruta, análisis de costo-beneficio y actividades con participación de las partes interesadas, a nivel nacional y subnacional, en 45 países de todas las regiones.
Fortalecer la capacidad de las naciones para medir, reportar y verificar las emisiones, así como monitorear y evaluar las acciones de adaptación en los sectores agropecuarios y otros usos de la tierra en línea con el Acuerdo de París, fueron aspectos destacados por Semedo,doctora Honoris Causa de la Universidad Aberta de Lisboa, por su labor en el desarrollo sostenible mundial.
VIABILIZAR INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS Y BUENAS PRÁCTICAS
En la entrevista con Prensa Latina, la directora general adjunta de la FAO significó que ese organismo viabiliza el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre países e instituciones a través de diversas plataformas y una mayor digitalización que dé acceso a conocimientos y ciencia valiosos para todos.
También facilita a los países el acceso a recursos valiosos para desarrollar resiliencia, adaptarse y mitigar los impactos climáticos, particularmente a través del acceso al Fondo Verde para el Clima y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
Ambos instrumentos han proporcionado más de mil millones de dólares a la FAO, aplicados a nivel de países, señaló la experta, quien fue la primera mujer ministra en su país: en el sector de Pesca, Agricultura y Asuntos Rurales, luego en Turismo, Transporte y Asuntos Marinos y más tarde miembro del Parlamento Caboverdiano.
Semedo apuntó que para lograr involucrar a más personas es preciso dar voz a las emergencias de los países en foros internacionales”. Oportunidades para poner la naturaleza en el origen de nuestras acciones y alcanzar un mundo de 1,5 grados (límite del calentamiento global reclamado en el Acuerdo de París), aseguró esta mujer galardonada por el gobierno de Brasil con la Orden honorífica de Río Branco, conferida para distinguir servicios meritorios y virtudes cívicas.
¿CÓMO AFECTA EL CAMBIO CLIMÁTICO A LA SEGURIDAD ALIMENTARIA? ¿CÓMO DEBERÍAN RESPONDER LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES, LOS GOBIERNOS, LAS INSTITUCIONES Y LAS PERSONAS?
A esas y otras interrogantes de Prensa Latina respondió Semedo, quien acumula una vasta experiencia anterior como representante de la FAO en Níger, Representante Regional Adjunta para África y Coordinadora Subregional para África Occidental.
Uno de los principales objetivos de la FAO, apuntó, es trabajar por la seguridad alimentaria y puntualizó que el cambio climático afecta las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad de los alimentos.
No existe una respuesta única a este desafío, precisó, y argumentó que todos los países deben identificar soluciones adecuadas para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, que integra aspectos clave del desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria y la conservación, gestión y restauración de los recursos naturales.Están todos interconectados, dijo.
Valoró como crucial, transformar los sistemas agroalimentarios que aborden las causas fundamentales del hambre, la inseguridad alimentaria, la desigualdad y la gestión insostenible de los recursos naturales, incluida la biodiversidad, todo al mismo tiempo.
Todos sabemos que nuestros patrones actuales de producción y consumo son simplemente insostenibles, indicó.
Expuso que esa transformación debe ocurrir de tres formas interconectadas: cambiar la forma en cómo se producen, procesan y distribuyen los alimentos a lo largo de la cadena de valor; modificar los patrones dietéticos hacia dietas saludables, y reducir las desigualdades y garantizar el acceso a dietas saludables para todos.
También explicó cómo la FAO apoya a los países en sus esfuerzos por reducir las emisiones de la deforestación y la degradación de los bosques, por ejemplo, a través del programa ONU-REDD y con iniciativas complementarias como el ForestCarbonPartnershipFacility, la Iniciativa Forestal de África Central y la Gran Muralla Verde.
En resumen, manifestó, “los sistemas agroalimentarios transformados pueden proporcionar alimentos inocuos y nutritivos a nuestras mesas, las granjas con buena bioseguridad pueden prevenir la propagación de enfermedades zoonóticas que luego podrían extenderse a los humanos, y el uso prudente de antimicrobianos en la agricultura puede prevenir la propagación de superbacterias”.
LA AGRICULTURA ENTRE CAUSAS Y EFECTOS
Según la FAO, el 29 por ciento de las emisiones de GEI provienen de la cadena de suministro que lleva los alimentos de la granja a la mesa. Se sabe que la agricultura es una fuente importante de emisiones, provocadas principalmente por la deforestación y las prácticas ganaderas insostenibles, unido a la mala gestión del suelo y los nutrientes.
Sobre esa interrogante Semedo afirmó que las emisiones agrícolas son un componente importante de las emisiones del sistema agroalimentario, que van más allá de los campos de los agricultores y las actividades relacionadas con el uso de la tierra.
Ello incluye, destacó, procesos en la fabricación, refrigeración y transporte de alimentos, cadenas de suministro de alimentos, procesos de venta minorista, consumo de alimentos y eliminación de desechos alimentarios.
Empero insistió en que “existe un gran potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero dentro de los sistemas agroalimentarios para lograr los objetivos del Acuerdo de París y debemos aprovecharlos:
Al final abordó la importancia de incluir a los agricultores familiares y de pequeña escala en todas las soluciones, por lo que todos los esfuerzos de mitigación también deben incluir beneficios colaterales para la adaptación, la seguridad alimentaria y las dimensiones socioeconómicas.
Sobre la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la próxima Cumbre de Sistemas Alimentarios, la dirigente de la FAO recordó que el encuentro fue convocado por el secretario general de la ONU, António Guterres, como parte de la Década de Acción en su afán de lograr los ODS, cuando resta menos de una década para lograrlos.
La Cumbre, añadió, presentará nuevas y audaces acciones para lograr avances en los 17 ODS, cada uno de ellos basados en sistemas alimentarios más eficientes, sostenibles, inclusivos y resilientes.
De hecho, la evidencia muestra que los sistemas agroalimentarios son uno de los pocos puntos de entrada para lograr un progreso real hacia la consecución de los ODS.
Sobre el evento previo a la cumbre, con sede en Roma, informó que tiene el objetivo general de consolidar el trabajo en una visión común e iniciar compromisos de acción que establecerán un tono ambicioso en el período previo al encuentro.
¿CUÁLES SON LAS EXPECTATIVAS DE LA FAO CON RESPECTO A LA COP26?
La conferencia también brindará una oportunidad para que los países y el sector privado se comprometan con una década de transformación a fin de lograr emisiones netas cero en todos los sectores para 2050 a través de CDN más ambiciosos, agregó.
Nuestro mayor compromiso, dijo, es lograr tener un mundo descarbonizado para 2050.
Asimismo, expresó que en ese encuentro programado para noviembre próximo, las naciones deberán informar sobre el progreso Labor conjunta de Koronivia sobre la agricultura.
Una decisión histórica, observó, adoptada en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en la que se reconoció el potencial único de la agricultura para hacer frente al cambio climático.
Recordó que se trata de convertir la agricultura en parte de la solución al cambio climático y en tal caso los países acordaron trabajar juntos para que el desarrollo agrícola garantizara tanto una mayor seguridad alimentaria como una reducción de las emisiones. Una labor muy importante para la FAO.
Ese trabajo conjunto está centrado en temas relacionados con suelos, uso de nutrientes, agua, ganado, métodos para evaluar la adaptación y las dimensiones socioeconómicas y de seguridad alimentaria del cambio climático en los sectores agrícolas, detalló.
Por lo tanto, subrayó, los próximos pasos para el proceso de Koronivia son vitales y creo que la COP26 será una buena oportunidad para cerrar este proceso.
La FAO apoya a la Presidencia del Reino Unido, por ejemplo, promoviendo la campaña mundial “Transformando la innovación agrícola para las personas, la naturaleza y el clima”.
Busca con ello invertir en investigación agrícola y proporcionar nuevas soluciones en nuestros sistemas alimentarios para alcanzar los ODS y luchar colectivamente para el objetivo de temperatura de 1,5 grados y un mundo climáticamente neutro y resiliente, aseveró.
Este será nuestro mayor compromiso en Glasgow en la COP26. Veamos si el mundo vuelve a estar unido, comprometido y ambicioso, concluyó.
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