En declaraciones al espacio Telemetro Reporta, precisó que esta cifra representa cerca del 60 por ciento del total de los suspendidos, a raíz de los cierres generados por la Covid-19, lo cual provocó un aumento del desempleo en el país.
Aseguró que el crecimiento suscitado, particularmente en junio, está muy cerca de las proyecciones previstas para este mes, tras la apertura del sector primario y la reactivación de la mayoría de los puestos de trabajo.
Según cifras oficiales, las pérdidas de empleos diarios ascienden a mil 500 en algunos casos, como resultado de la crisis causada por la pandemia.
Tejada adelantó que como parte de la hoja de ruta le corresponde ahora al sector de la construcción y al secundario activar sus actividades productivas, lo que permitirá rescatar más de 28 mil contratas.
Aseguró que actualmente el índice de desvinculación tras las aperturas es del 6,4 por ciento, porcentaje que todavía no resulta alarmante con respecto a otros países de Centroamérica, cuyas proyecciones rondan el 25 por ciento.
Sobre la manera de enfrentar este problema, el vicetitular se refirió al programa de empleabilidad comunitaria, el cual registra casi 400 nuevas inserciones para este año.
Recordó que previo a la pandemia ya el país reportaba un desempleo superior al siete por ciento, en tanto existían más de 250 mil personas desocupadas.
A juicio del experto local René Quevedo, Panamá enfrenta actualmente la peor catástrofe laboral de su historia, al tiempo que las perspectivas para los próximos años dependerán de la capacidad para entender las tendencias en materia de generación de empleo, mitigar el efecto de la Covid-19 y superar las barreras de la coyuntura pospandemia.
Subrayó que el pasado año, la nación centroamericana perdió 289 mil puestos de trabajo, lo que representa el 15 por ciento de su fuerza laboral, de ahí que tomará más de seis años recuperarlos, en especial en el sector privado, el más impactado por la crisis, al perder el 37 por ciento de sus empleos formales.
Quevedo aseveró que cuatro de cada cinco contratos cancelados afectaron a trabajadores permanentes que ganaban menos de 750 dólares mensuales y no llegaban al 11 grado de escolaridad, por lo que la crisis afecta principalmente a la gente humilde.
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