El órgano especializado funcionará como un sistema inter y multidisciplinario, conformado por diversos organismos de seguridad, los cuales apoyarán desde sus áreas de competencia cada uno de los procedimientos e investigaciones contra el tráfico de drogas y el crimen organizado, indicó el titular.
López explicó además que la decisión adoptada por el presidente Nicolás Maduro de transformar la extinta Oficina Nacional Antidrogas a un nivel de Superintendencia obedece a la férrea de adaptar las políticas públicas a la realidad actual y combatir esos delitos de manera contundente.
En tal sentido, el superintendente destacó los ajustes y actualizaciones de la Ley Orgánica de Drogas del año 2010, cuyo proyecto de reforma resultó aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional (Parlamento), y luego pasó a consulta pública antes de su adopción definitiva en próximas sesiones.
‘Vamos a tener un nuevo marco jurídico a nivel nacional con incidencia en el escenario internacional, la lucha contra las drogas es mundial’, reseñó el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz en nota de prensa.
Precisó que las fuerzas armadas y organismos de seguridad del Estado incautaron durante el presente año más de 18 toneladas de drogas, principalmente en los estados de Zulia, Táchira y Apure, fronterizos con Colombia y donde concentran el mayor registro de estos procedimientos.
De acuerdo con estimaciones oficiales, los cárteles colombianos del narcotráfico intentan utilizar el territorio venezolano para movilizar al menos el ocho por ciento de su producción hacia los principales mercados de Estados Unidos y Europa.
A partir de la expulsión de la Administración estadounidense de Control de Drogas en 2005, Venezuela incrementó las operaciones contra el narcotráfico al punto de lograr hasta la fecha la confiscación de más de 800 toneladas de esas sustancias.
El país sudamericano ocupa el cuarto lugar en la incautación de sustancias estupefacientes y en el desmantelamiento de laboratorios para su procesamiento, de acuerdo con informe mundial de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, presentado en junio de 2020.
Los resultados en el enfrentamiento al narcotráfico echan por tierra la narrativa del Gobierno de Estados Unidos de acusar a altos funcionarios del Ejecutivo bolivariano, incluido el presidente Maduro, de supuestos nexos con el tráfico de drogas, como parte de su estrategia para un cambio de régimen.
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