Lo que a priori parecía una telenovela más en el ámbito del fútbol, terminó con mal sabor: la escuadra merengue acaba de perder a una leyenda, a su capitán de 22 títulos en 16 años con el club.
La noticia está –y estará- rodeada de dramatismos, controversias y críticas para la directiva de la escuadra merengue, principalmente su presidente Florentino Pérez, sin dejar de salpicar al propio defensa central del equipo.
Algunas frases en un acto de despedida en Valdebebas, la sede de la ciudad deportiva del Real Madrid, y los argumentos expuestos por Ramos crisparon aún más el ambiente entre los seguidores del conjunto blanco.
‘Yo nunca he querido irme del Real Madrid’, repitió Ramos tras recordar con mucho afecto sus 16 años en el plantel y la felicidad ‘total con mi familia, mi mujer, mis cuatro hijos, mis padres, mis hermanos (…)’, recalcó.
De cualquier manera, en menos de un mes el seleccionado de balompié más emblemático de la capital española, con notable prestigio internacional, se queda sin su portentoso zaguero y sin el entrenador francés Zinedine Zidane.
Dos bajas muy sensibles de una época en la cual ambos (Ramos y Zidane) disfrutaron de tres orejonas seguidas de la Champions League.
‘Zidane es uno de los grandes, probablemente el mejor técnico que hayamos tenido. Guardo un lugar muy entrañable en mi corazón junto con mi familia sobe Zidane’, destacó el jugador.
Luego ante los medios locales repitió que en un inició negoció una renovación de contrato de dos años y que el dinero nunca fue una prioridad.
Acepté rebajarme el salario, pero insistí en los dos años; sin embargo, cuando finalmente quise quedarme, aunque fuese sólo un año, me dijeron que el plazo de la oferta había caducado, aclaró.
El andaluz, que llegó a Madrid desde el Sevilla con apenas 19 años cumplidos, tuvo palabras contemporizadoras con Florentino Pérez y admitió que no tenía claro su futuro como jugador.
‘Volveré algún día al Madrid, espero, de alguna forma. No pienso en retornar al Sevilla y pasarme a las filas del Barcelona, a eso le doy un no rotundo del tamaño del Santiago Bernabéu (el estadio del elenco)’, analizó.
En el horizonte inmediato, el Real Madrid parece abocado a una renovación profunda en su plantilla. La ausencia de Ramos será difícil de suplir.
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