El evento se puede ver en el municipio Puerto López, bajo estrictas medidas de bioseguridad que permiten realizar esa actividad turística sin riesgo de contagio por Covid-19 y cumplir con los protocolos de observación en altamar.
Para mantener el control durante el tercer festival de avistamiento de ballenas, las autoridades permitieron las operaciones de 35 agencias habilitadas para ofrecer el servicio, que incluye además visitas a la isla La Plata y prácticas de buceo.
Asimismo, ofrecieron capacitaciones virtuales a todo el personal que atenderá a los turistas, tanto en las lanchas, cuyo aforo es del 75 por ciento de su capacidad total, como en los lugares de hospedaje y locales de venta de alimentos y bebidas.
Bandeja de desinfección de calzado, toma de temperatura a quienes realizarán el avistamiento, señalética, uso de gel antibacterial y de mascarillas, son algunas de las medidas.
El programa de avistamiento está vigente desde hace varios años y comprende aproximaciones de las embarcaciones a una distancia de 400 metros para las ballenas y hasta 200 metros en el caso de los delfines.
La visita de los cetáceos a las costas de Ecuador ocurre desde junio hasta septiembre, cuando llegan a esas cálidas aguas para aparearce y alumbrar, tras un viaje de miles de kilómetros.
Para muchos, la majestuosidad de sus saltos y cantos es un espectáculo único, ampliamente esperado anualmente.
Asimismo, los lugareños preparan cada detalle para esa etapa, que permite impulsar la reactivación económica local.
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