Se le asocia a la lucha guerrillera de resistencia contra la dominación nazi-fascista durante la II Guerra Mundial, y la mayoría de las investigaciones ubican los orígenes de la melodía en los arrozales del norte italiano, cultivados en condiciones infrahumanas por braceras estacionales a finales del siglo XIX y la primera mitad del XX.
Aunque en un principio no era el tema musical más conocido entre los partisanos, cobró auge tras la liberación en 1945, hasta trascender las fronteras a partir de 1947 con las delegaciones italianas participantes en sucesivas ediciones del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
Su contagiosa melodía contribuyó a la buena acogida internacional, además de la sencillez y universalidad de su letra original, que cuenta la disposición de una persona a unirse a la lucha para enfrentar al invasor y ofrendar la vida, si fuese necesario, por la libertad.
Bella Ciao se hizo cada vez más popular con versiones de decenas de grupos y solistas; fue enarbolada como himno de combate en numerosos países y ha estado presente en otras circunstancias, tal es el caso de la serie española de televisión La casa de papel, producida por Antena 3 y distribuida por Netflix.
En Italia, las fuerzas de izquierda la reverencian, sin embargo, también la rechazan figuras del llamado centroy de la derecha, al catalogarla como una canción comunista.
El 25 de abril de 2020 la cantaron en techos, terrazas y balcones personas confinadas en sus casas debido a la pandemia de la Covid-19, en una iniciativa de la Asociación Nacional de Partisanos con el apoyo de otras organizaciones políticas, sindicales y sociales para conmemorar el aniversario 75 de la liberación.
La Radio y Televisión Italiana anunció para el 15 de diciembre próximo el estreno del documental Bella Ciao. La historia más allá del mito, coproducido con Palomar DOC y dirigido por Giulia Giapponesi, con el objetivo de mostrar el alcance e importancia de una obra que consideran de valor patrimonial y es reconocida por el público en general como parte del acervo cultural e histórico del país, al margen de filiaciones políticas.
(Tomado de Orbe)