Gebran Bassil, jefe de ese grupo político, el más representado en el hemiciclo, apuntó que es insostenible la oferta de Berri de 24 carteras con distribución respectiva de ocho para cristianos, musulmanes chiitas y musulmanes sunitas.
De esa manera, agregó, hay un sistema tripartito enmascarado que divide el poder contrario al acuerdo de Taif, Arabia Saudita, que puso fin a la guerra civil libanesa de 1975-1990.
En virtud de esa anuencia, se estipuló un reparto de cargos y puestos de 50 por ciento para las dos confesiones de fe más importantes del país.
‘La crisis de formación del ejecutivo reveló otras más peligrosas y profundas como la del sistema de gobierno, la de la Constitución, así como de las prácticas y las intenciones’, apuntó Bassil, yerno del presidente de la República, Michel Aoun.
El diputado acotó que, en la batalla por los derechos cristianos, no se trata de obstruir o proteger la presencia de ese sector confesional, sino de defender derechos constitucionales.
Las declaraciones de Bassil coinciden con una elevación de tensiones entre Aoun, Berri y el primer ministro designado Saad Hariri sobre el proceso de formación de gobierno, del cual carece el país desde agosto de 2020. El jefe de la Corriente Patriótica Libre dijo que esperaba por la acción del secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, para garantizar los derechos de los cristianos en la próxima alineación gubernamental.
‘Hoy, quiero buscar la ayuda de un amigo, Hasan Nasrallah, pues quiero que sea un árbitro en el proceso, porque confío en él y decidirá con justeza y honestidad sobre los derechos de los cristianos’, subrayó.
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