Con motivo del onomástico los seguidores del periodista australiano, las organizaciones de derechos humanos y decenas de políticos de todo el mundo redoblaron sus llamados a las autoridades británicas para que lo deje en libertad, al menos hasta que concluya el proceso.
Hoy Julian Assange pasará su cumpleaños 50 en una cárcel de máxima seguridad. El encarcelamiento de un periodista por parte del Reino Unido (y los esfuerzos que realiza Estados Unidos para extraditarlo) demuestran que ambos gobiernos están decididos a suprimir las verdades incómodas, escribió en Twitter el exlíder laborista británico Jeremy Corbyn.
El veterano político también se presentó esta semana junto a dos correligionarios en la prisión de Belmarsh para entregar una carta a las autoridades penitenciarias en la que exigen se les permita entrevistarse con el fundador de WikiLeaks.
Assange está prisión desde que fue arrestado en la embajada de Ecuador en Londres en abril de 2019, luego de un asilo de casi siete años en esa legación diplomática por temor a ser entregado a los fiscales norteamericanos.
Estados Unidos quiere extraditarlo y juzgarlo por 17 cargos de espionaje y uno de conspiración para cometer piratería informática, tras la publicación de archivos secretos que pusieron al descubierto crímenes de guerra cometidos por las tropas norteamericanas en Iraq y Afganistán, y miles de cables diplomáticos del Departamento de Estado.
De ser entregado a la justicia norteamericana, Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel, por lo que en enero pasado, la jueza británica Vanessa Baraitser desestimó su extradición debido a sus condiciones de salud y al riesgo de suicidio.
La magistrada decidió, no obstante, mantenerlo en la cárcel hasta que concluya la apelación presentada por la fiscalía norteamericana, un proceso que puede extenderse por varios meses más, según alertó su abogada Jennifer Robinson.
Los papeles están ahora en una corte de Londres, esperando porque un juez determine si acepta o no la solicitud, y mientras tanto, Assange sigue en una prisión de máxima seguridad, lejos de su familia y en riesgo de contraer la Covid-19, apuntó.
Sus miles de seguidores en el Reino Unido anunciaron que realizaran un picnic este sábado en la plaza frente al Parlamento británico para exigir su libertad.
Julian es inocente, lo que sucede es que a quien quieren juzgar es al periodismo, apuntó su compañera sentimental, Stella Moris, para quien el fundador de WikiLeaks es un preso político.
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