Activistas locales citados por el medio informaron sobre columnas de humo negro saliendo de la base tras el ataque que fue confirmado por las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), milicia separatista apoyada por Washington.
Los militares norteamericanos se movilizaron tras la acción mientras helicópteros y aviones de reconocimiento sobrevolaron intensamente la zona, ubicada a unos 400 kilómetros al este de esta capital.
Ninguna parte confirmó aún si hubo bajas o pérdidas materiales a consecuencia del ataque, considerado el tercero en menos de un mes contra el referido enclave.
Estados Unidos mantiene casi una docena de bases militares ilegales en los campos de petróleo y gas, sin la anuencia de las autoridades legítimas del país.
El gobierno de Damasco denunció repetidamente esa presencia ilegal, la cual calificó de ocupación, y aseguró que las acciones de Washington en Siria incentivan la actividad terrorista.
En varias ocasiones, las tribus y clanes locales manifestaron el rechazo contundente a las fuerzas extranjeras presentes sin permiso oficial en territorio nativo y convocaron a la resistencia popular, incluida la armada, contra los ocupantes foráneos.
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