Los daneses abrieron el marcador con un espectacular lanzamiento de falta de Mikkel Damsgaard al minuto (30), pero los campeones mundiales de 1966 no tardaron en empatar con un tanto en contra del capitán rival, Simon Kjaer (39).
Ya en el tiempo extra, Harry Kane marcó el segundo y decisivo al rematar un rechace de un penal que él mismo había fallado (104).
Los ingleses dejaron atrás dos semifinales perdidas en la justa continental ante un combinado nórdico bien aguerrido y dispuesto a dar otra sorpresa y accedieron al duelo decisivo de un gran torneo después de 55 años de espera.
En los primeros minutos del partido, los daneses controlaron las acciones con acercamientos de Damsgaard Damsgaard y Martin Braithwaite ante un centro del campo rival ineficiente y un Mason Mount desaparecido.
La pasividad inglesa recibió un fuerte castigo a la media hora con el riflazo de Damsgaard, quien cobró una falta fuera del área y le dio el efecto suficiente para batir al meta Jordan Pickford.
Esa diana fue la primera permitida por Pickford en el torneo y le rompió a la selección de los Tres Leones una racha de 691 minutos sin encajar un tanto en un encuentro oficial.
Los ingleses reaccionaron enseguida con un disparo recto de Kane, a la espalda de Joakim Maehle, al que Raheem Sterling no llegó, pero sí Kjaer, quien metió la pelota en su portería.
Con la igualada, Inglaterra ganó un punto de calma y encaró a la defensa de cinco danesa. Harry Maguire la tuvo de cabeza, pero una gran estirada del cancerbero Kasper Schmeichel evitó el gol.
Pese al empuje inglés, los nórdicos apelaron a la heroica y llevaron el compromiso a la prórroga, marcada por los intentos de Kane, Jack Grealish y Sterling.
Los daneses, campeones de la Eurocopa 1992, aguardaron por un milagro o los tiros de penales para conquistar el triunfo.
Una internada de Sterling por banda, tras un sensacional pase de Foden terminó con el inglés en el suelo, pitado como penal por el colegial neerlandés Danny Makkelie, no sin ser revisado por el árbitro asistente de vídeo.
En una decisión de suspense, Kane falló, pero la esférica le quedó cerca para empujarla a las redes y darle una histórica victoria a Inglaterra, que buscará la corona el domingo en esta capital ante Italia.
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